Se ataja el aire
/bien lo sabemos/
y la voz de una vez
la voz de aquella vez
la voz
de aquel fulgor sin voz
la voz de aquella sola vez
la cedemos
sin más
a la respiración
oxidada
de un loco
/¿qué otra posteridad?/
del loco actual
del loco
que nos odia
que juró no matarnos
para vernos
morir por la nuestra
en cada intento
No hay comentarios:
Publicar un comentario