Primera fe

Borges declaró una vez, refiriéndose a sus lecturas infantiles: “En todo creía, hasta en las malas ilustraciones y en las erratas.” Se me ocurre (es una manera de decir) que el viejo lector, cierta clase de viejo lector, vuelve de algún modo a aquella primera fe. Claro, ese viejo lector sería yo, y esta ocurrencia (es una manera de decir) sería una de mis formas, tan buena y tan mala como cualquier otra, de explicarme el chiste de la literatura.